– Este rey es poderoso porque tiene un pacto con el diablo – decía una beata en la calle. El muchacho quedó intrigado.
Tiempo después, mientras viajaba hacia otra ciudad, el muchacho oyó al hombre a su lado comentar:
– Todas las coposas pertenecen al mismo dueño ¡Es cosa del diablo!
Al final de una tarde de verano, una mujer hermosa pasó al lado de la muchedumbre.
– ¡Esta muchacha está al servicio de Satanás! – gritó un predicador, indignado.
A partir de ahí, el muchacho decidió buscar al demonio.
– Dicen que usted hace poderosas, ricas y bellas a las personas – dijo el muchacho, en cuanto lo encontró.
– No es exactamente así – respondió el demonio–. Has escuchado la opinión de quienes quieren ascenderme.
De Paulo Coelho, Ser como río que fluye
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